No es oro todo lo que reluce - Metales preciosos y tecnología
A menudo, cuando oímos las palabras "metal precioso", pensamos primero en oro, plata y platino. Nuestras connotaciones son estéticas, económicas y artísticas. Tenemos conectores chapados en oro para audio y vídeo, componentes de platino en los catalizadores de los automóviles, implantes y prótesis de titanio en nuestros esqueletos. Pero hay todo un mundo diferente de metales preciosos utilizados en alta tecnología, que allanan el camino para cumplir nuestras ambiciones científicas.
Probablemente el metal precioso más conocido sea el oro (Au). Desde la antigüedad se ha reconocido como extraordinariamente resistente a las condiciones externas y ha inspirado a innumerables generaciones con su belleza y brillo. En tiempos más recientes, el oro se ha abierto camino en la ciencia y la tecnología. Algunas de sus aplicaciones son el recubrimiento de muestras orgánicas y materiales no conductores para poder verlos con un microscopio electrónico de barrido. Los CD de gama alta utilizan oro como capa reflectante para mejorar la calidad del audio. La lámina de oro se utiliza como capa protectora en satélites y muchos dispositivos electrónicos delicados.
El iridio (Ir) es uno de los metales más raros y químicamente inertes de la corteza terrestre. Además, tiene una dilatación térmica muy baja, razón por la cual el Prototipo Internacional de Medidor de Sevres se fabricó principalmente con iridio. Se utilizó ampliamente en los generadores termoeléctricos de radioisótopos empleados en muchas sondas espaciales y radiofaros en zonas remotas de la Tierra. También destaca en la física de partículas, donde se utiliza para producir antiprotones.
Otro ejemplo es el paladio (Pd), un conocido catalizador en química. También aparece en los condensadores cerámicos multicapa, donde se utiliza para fabricar electrodos. Las membranas de paladio se emplean en reactores de membrana para producir hidrógeno de gran pureza.
Estos son sólo algunos de los múltiples usos de los metales preciosos en la tecnología moderna. Debido a su pureza y a sus excelentes parámetros electroquímicos, su adopción será aún mayor en la nanotecnología y en las nuevas generaciones de ordenadores. El ya desarrollado mercado de materias primas y componentes de metales preciosos tendrá que crecer para adaptarse a la ola de cambios que se avecina. Para quienes estén pensando en invertir en ese mercado, éste puede ser el momento oportuno para hacerlo.